Reflexión o acción

La salida y la entrada de año se me han hecho un tanto extrañas. Me siento igualita que en 2013 y eso no es normal en mí. Lo habitual es que me entren cosquilleos en el estómago tras comer las uvas, una sensación extraña que acompaña al pensamiento: ¡Genial, 365 oportunidades nuevas!

Y a pesar de que nunca me lo he tomado tan enserio como ahora (no os lo he contado pero estoy a unos pasos de convertirme en eso que ahora se llama emprendedora) parece que algo me falta. Intento averiguar qué me pasa y nada, que no lo encuentro. Pero llevo un año entero analizándome a mí misma antes de actuar y ya estoy cansada. Es hora de pasar al mundo de las acciones y dejar de lado tanto plantearse cómo me siento en cada momento del día. No sé cómo he acabado haciendo autoanálisis tan exhaustivos y constantes, pero es agotador. Tengo que alejarme de las tendencias autocompasivas y ser realista, llevo 28 años conmigo, si no me conozco bien a estas alturas y tengo que estar preguntándome cada día ¿cómo te sientes hoy? es que algo falla. Ese algo se llama seguridad en uno mismo y a mí, como a muchos, siempre me ha flojeado. 

A lo largo de mi vida (no diferencio entre personal y profesional, porque son lo mismo) he conocido tanto a personas reflexivas como a personas activas. Como todo en esta vida no se trata de ser uno u otro, sino que es cuestión de grados, pero me refiero a los que son fácilmente reconocibles en sus extremos. Los primeros son aquellos que meditan meticulosamente cada paso que dan (sin ser excesivamente exagerados, se plantean hasta los motivos por los que desean seguir respirando y/o por qué o por quién late su corazón). Los segundos son gente de acción, la reflexión es para cobardes y prefieren construir acciones de forma constante y no dormirse en los laureles.  Y de todos ellos, siempre llego a la conclusión de que la gente que termina consiguiendo lo que quiere, (no digo comiéndose el mundo o encabezando las listas de Frobes) sino haciendo lo que les gusta, son los del segundo grupo. 

http://www.mrwonderfulshop.es/

Estoy convencidísima de que tú también conoces gente que se ha lanzado a la piscina sin tener un buen plan de acción previo. Y de que, como yo, también te has quitado el sombrero ante ellos. Seguro que también conoces casos de gente activa a la que le ha ido mal en ciertos momentos por arriesgar demasiado. Yo también, claro que sí, pero aún así me quito el sombrero ante ellos por haber tenido el valor de intentarlo.

Las personas reflexivas (las que nos identificamos con el extremo de la reflexión, insisto) vivimos acojonadas. Es así. Tenemos miedo. Nos importa el qué dirán, reconozcámoslo, nos importa porque tenemos la absurda costumbre de vernos como nos ven los demás.

En el desarrollo infantil encontraremos un buen ejemplo. En la infancia los niños se gestionan a base de heteronomía, es decir, se rigen por las normas que dictan los demás (los padres transmiten las normas sociales, los ritmos de vida, de comidas, las costumbres...). Pero más adelante se transforma en autonomía porque todas esas normas han sido interiorizadas y el niño ya está preparado para analizarlas desde su punto de vista. 

¿Seguro?
A los reflexivos nos pasa algo similar. No vemos lo capaces que somos de hacer algo hasta que alguien nos lo dice. No sentimos que seamos inteligentes a no ser que obtengamos el refuerzo externo de una buena calificación. Y no sentimos que hayamos hecho un buen trabajo a no ser que recibamos una palmadita en la espalda. 

Por eso, durante el proceso de obtención de resultados, estamos muertos de miedo. Y previamente nos tiramos tanto tiempo planificando una estrategia (o soñando despiertos) que perdemos segundos de oro en ello. Homer Simpson nos asusta cuando dice  que el primer paso hacia el fracaso es intentarlo, porque tiene razón. Pero si somos realistas, realistas de verdad y no pesimistas que fijen ser objetivos, es tanto el primer paso hacia el fracaso como lo es hacia el éxito. 

Hay que perder el miedo, sé que es fácil de decir, pero hay que hacerlo. No pienso pasarme otros 28 años acojonada y dando pasos con pies de plomo por miedo a caerme. Ya me he caído otras veces y sin haber arriesgado nada, solo con los vaivenes de la vida, y me he recuperado. Ya es hora de dejar de soñar y empezar a actuar para conseguirlo. 

Nunca seré de esas personas activas que arriesgan y se dejan llevar hasta que ganan, no va conmigo, pero sí pienso dejar de estar en el otro extremo. Lo personajes a los que más admiro, la gente real a la que más admiro, son esta clase de personas. 

¿Qué tienen ellos que nosotros no tengamos? Nada. Al menos nada que no podamos solucionar.

6 comentarios:

  1. Lo confieso, yo soy como tú en ese sentido. Aunque poco a poco voy perdiendo el miedo y haciendo más cosas, aún así no ha sido un año fácil para mí, aunque ha tenido cosas muy buenas... pero también muy malas.

    Tengo mucho que mejorar, porque como tú dices, "estamos acojonadas". Seguro que conseguirás sacudirte poco a poco esos miedos de encima. En cualquier caso te deseo toda la suerte del mundo y te mando un abrazo gigante desde aquí ^^

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sabía que muchos os ibais a sentir identificados. No porque estéis en el extremo como yo, que bah, sino porque la vida va por ciclos y de vez en cuando nos sentimos más reflexivos que activos... Y aunque todo sean grados, hay momentos en los que tenemos más tendencia a reflexionar, replantearnos las cosas, meditar incluso demasiado... De vez en cuando está bien, pero hay tiempo para pensar y tiempo para lanzarse a la acción. A mí ya me ha llegado la hora y os invito a todos a ir avanzando en vuestros proyectos construyendolos desde ya!

      Mil besos, Ana y gracias por comentar. Muaaakkks

      Eliminar
  2. Yo siempre he dicho que quién no arriesga no gana, y que si estamos esperando a que todo a nuestro alrededor sea "perfecto", tal como nos gustaría para dar un paso y lanzarnos, nos podemos aburrir esperando y más ahora en la época en la que vivimos, así que yo creo que lo mejor es coger la sartén por el mango y adelante, que la vida son dos días y a veces olvidamos que nosotros mismos somos quién tenemos el timón y no el resto de cosas, situaciones, etc que se van dando, pero a la vez siempre con cabeza. Yo supongo que soy más del segundo grupo, pero como digo sin estar en el extremo porque tampoco sería lo suyo, pero si me gusta luchar por lo que quiero e ir a por eso sin pensarlo mil veces, gracias a ello ahí tengo dormidito a lo mejor que podría haberme pasado por lo que te puedo asegurar que todo lo que dá miedo, que te hace dar mil vueltas a los pensamientos sin saber si arriesgarte o no, son las cosas que realmente merecen la pena.
    Un besote guapa y adelante! que nada te pare ;) hay que luchar por los sueños y las cosas que a cada uno nos hace palpitar ese corazoncito que tenemos dentro dispuesto a ser feliz.

    ResponderEliminar
  3. Sentirnos identificados dices???? si es que parece que me estás leyendo el pensamiento jejejeje y encima soy libra así que me cuesta un montón decidirme pero hasta por las cosas más simples, le doy mil vueltas a todo hasta cuando voy al supermercado de compras me cuesta elegir, me paso media hora pensando si cereales de avena porque son más sanos o de chocolate porque son más ricos jejeje. En fin, que tienes toda la razón, así que mi propósito de añonuevo (que andaba por ahí como alma en pena porque no encontraba ninguno interesante) va a ser ese!!! intentar lanzarme un poco más sin pensar tanto las cosas. Llevo demasiados años dando vueltas a todo sin conseguir muchas cosas de las que quiero... no será fácil pero si no aprovechamos este empujoncito de principios de año lo será aún más.
    Es curioso como necesitamos poner una fecha clave para empezar nuestros actos: A partir de año nuevo haré más deporte, el lunes empiezo la dieta... porque no empezar ahora mismo???? jejejeje
    Pues eso!!! que a partir de ahora mismo empiezo!!!.. a ver... bueno, si pero con calma eh???? que son las 8 de la mañana y no me apetece salir a correr ni desayunar una zanahoria... ainssss!!! ves... ya lo estoy dejando para más adelante otra vez!!!
    A parte de bromas quiero que sepas que tienes razón, gracias por estos pequeños post llenos de tanta energía positiva. Suerte en tus proyectos y mucho ánimo!!!
    FELIZ AÑO!!! :)

    ResponderEliminar
  4. Yo tb soy de reflexión, de perderme por el camino hacia mis sueños, y solo lucho por ellos cuando pasa algo chungo que me hace darme cuenta del tiempo perdido. Ya sabes cómo soy. Pero me he propuesto luchar desde el día uno por ellos, y no esperar a que algo suceda, sino hacer que suceda.

    Así que en ello estoy, ayer ewscribí durante un buen rato, y ando perdida creando escenas, nmriando als guias de viaje para documentarme, y con mil cosas en la cabeza, a ver si este año al menos cumplo dos de mis objetivos. Extender y terminar ciertos susurros, y seguir y avanzar con lo nuevo.

    Ya te iré contando. Muchas gracias por este post repleto de ánimos!! Y tú camina hacia adelante, emprende en la vida y en los sueños que estoy segura de que saldrás victoriosaaaaaa!!!! Aqui estaremos para ayudarte!!!
    Arribaaaaa, Carmennnn!!!!! :-)))

    Besitossssss

    Quieroteeee

    ResponderEliminar
  5. A veces es necesario arriesgarse porque sino te quedas con la cabeza pensando ¿Y si? soy de las personas a las que les encanta sopesar los riesgos y las ventajas pero a veces no puedes estar siempre dandole a la cabeza y no tirarte .
    Llevo 29 años para 30 soñando despierta y dormida como Walter Mitty a veces me las han metido dobladas pero siempre tienes que ser fuerte y no pensarlo hacerlo :) besos

    ResponderEliminar

Gracias por colaborar con tus palabras.